Cuestión de elección
Todos/as tenemos creencias.
Las aceptamos un día al escucharlas y las integramos, en su momento, a nuestro sistema mental. Representan nuestra verdad y gobiernan nuestra mente, aún cuando vayan en contra de nuestra naturaleza interior.
Hablamos de creencias, más allá de nuestro punto de vista en relación a la religión. Son aquellas afirmaciones que tenemos sobre la vida, de cualquier ámbito que se nos presente.
Por ello, comienzo este artículo con la frase “cuestión de elección”. Porque representan una verdad que puede ser desmontada y reemplazada por otra que nos haga sentir tranquilidad y calma.
Por esta razón, el autor del libro “Los cuatro acuerdos”, el Dr. Miguel Ruíz, explicita que la felicidad es una elección como también lo es el sufrimiento.
Pero, ¿cómo comienza todo?
Desde pequeñas/os, vivimos con nuestros cuidadores, de quienes fuimos absorbiendo y construyendo nuestro propio sistema de creencias. Desde este sistema, pensamos, hablamos y nos comportamos de una determinada manera.
En esta domesticación desde niñas/os, y en la autodomesticación ya de adultos, tomamos opiniones, ideas y conceptos de nuestra interacción con el mundo, como si fueran grandes verdades; estas creencias representan las gafas de como vemos y percibimos el mundo.
El problema viene cuando sentimos malestar en nuestras vidas. Cuando emociones como la rabia, odio, celos, envidia, tristeza gobiernan nuestras vidas, llegamos a perder el control sobre estas emociones, además de generarnos un gran sufrimiento.
Podemos llegar a pensar que no nos gusta el resultado de quienes somos. Podemos llegar a vivenciar el comienzo de fuertes crisis personales.
Y en este caer hasta el fondo del pozo, lo que nos queda es desafiar las creencias que, más que aliadas, han llegado a ser nuestras peores enemigas.
Este desafio, requiere acción, aunque sea desde el malestar. Sé de lo que estoy hablando, te lo puedo asegurar querida lectora.
Porque nuestro mayor miedo es arriesgarnos a vivir y a expresarnos tal y como somos.
Los 4 acuerdos
El Dr. Ruíz, en su pequeño y gran libro, nos apunta cuatro acuerdos para dejar de sufrir y vivir mejor. Representan un gran reto si es la primera vez que los pones en marcha. No pierdes nada con probarlo para sentir los resultados.
- Primer acuerdo: Sé impecable con tus palabras ya que son la herramienta más poderosa que tenemos como ser humano. Cuando recibimos las palabras de alguien pueden calar a nivel consciente e inconsciente, por lo que tenlo en cuenta cuando las dirijas hacia alguien, sea adulto, niño o mascota.
- Segundo acuerdo: No te tomes nada personalmente (y haz que sea así de forma continuada, tal cual si fuera un hábito). A veces caemos en la trampa que pensamos que todo gira a nuestro alrededor y más alla de esta visión es más sano pensar que no somos tan importantes para los demás. Al fin y al cabo, muchas de las palabras recibidas dicen más de quién las emite que de quién las recibe (recuérdalo 😉 . Poner en práctica este acuerdo, te evitará conflictos, te permitirá asumir que la otra parte tiene derecho a defender su verdad y dejarás de sufrir emociones de vibración más bien baja.
- Tercer acuerdo: No hagas suposiciones y llegues a conclusiones precipitadas. Si algo me ha enseñado el coaching es hacer constantemente preguntas y esto es algo que me gustaría trasladarte. Puede que en nuestra educación nos hayan mandado. a callar muchas veces y que no nos dejaran preguntar demasiado en el colegio o en casa de pequeños. Como siempre digo, podemos desarrollar habilidades tan útiles como ésta. No te quedes sin aclarar antes de generalizar, malinterpretar y mucho menos chismorrear prejuicios de conclusiones anticipadas. Recuerda, con las suposiciones entramos en el país de la fantasía.
- Cuarto acuerdo: Haz siempre lo máximo que puedas, independientemente del resultado final. Recuerda que eres un ser vivo, que tiene vida, demuéstralo con tu acción que es lo que realmente importa en tus interacciones. Este acuerdo, me recuerdo al concepto japonés, Ganbarimasu, el cual también alude a hacer las cosas lo mejor posible.
Todo este trabajo diario te llevará, al igual que a mí, a un grado mayor de libertad personal, porque al final ¿quién está impidiendo que seas tu mismo).
Si te apetece, seguir leyendo sobre creencias puedes seguir por aquí.
!Conseguir ser tú, recuperándote de tus heridas emocionales, tomando el control de tu vida y construir ese estilo de vida que va contigo de ahora en adelante!