Cosas que nos cuesta hacer, aunque sean para nuestro bien

Mucha de la teoría que puedas escuchar sobre lo que te va bien, ya la sabes, porque la has oído infinitas veces, ya sea en medios de comunicación, en redes sociales, en las conversaciones diarias…, pero aún así la dificultad está en la táctica de poner en práctica la teoría.

Nos quedamos en el plano mental con toda esa información y no la ponemos en marcha a través de la acción.

Pero, ¿qué quiere decir, realmente, ponerse en acción?

Sin más rodeos, quedarte con una idea en tu mente pero no para darle vueltas, sino con la ilusión firme que por fin vas a llevar a cabo algo que antes no hacías. Crea un espacio en tu mente para desarrollar esa idea, desmenuzala y asociala a un cambio para tu bienestar.

Un cambio se refiere a poner en práctica un nuevo hábito: pensar, sentir, expresar, ejecutar y repetir diariamente o iterar.

Que te enamores del proceso y no tanto del resultado que quieres conseguir. ¿Recuerdas cómo era cuando te enamoraste por primera vez? El día a día contaba en todo momento, cada detalle, cada gesto, cada experiencia hora a hora, día a día…

A lo que te invito es, a que a des ese primer paso que tanto cuesta dar, te aseguro que es el qué más difícil ya que una vez dado te llevará a otro nivel de ti misma. Como decía Lao-Tsé: Un viaje de mil millas comienza con un primer paso.

Compendio de cambios, que son ejemplos que puedes escoger, para convertirlos en tu objetivo vital en tu nuevo curso escolar

  • Aprende a relativizar que quiere decir extraer en la medida de lo posible algo de importancia a lo que estás viviendo.

Puede sonar un poco duro teniendo en cuenta lo que estarás viviendo, si me estás leyendo.

Sí, te entiendo perfectamente porque la historia de cada unx la percibe sensitivamente quién la vive y tienes todo el derecho a permitirte y darle toda la importancia del mundo porque seguro que lo estás necesitando. Llora tu historia, dale espacio, saca todo lo que tengas dentro sobre ello, no lo enquistes ni lo dejes caer en el olvido de tu inconsciencia.

Cuando la hayas llorado, cuando te hayas vaciado, comienza a salir de ahí, no permitas permanecer más allí… permite vivir de nuevo tu vida tras lo acontecido. No seas observadora de tu vida y siéntete dentro de ella.

  • Cuida la calidad de tus pensamientos.

Seguro que te sientes identificada por esa voz crítica que llevas dentro, ese discurso interno juicioso que hace que le des vueltas y vueltas a las mismas cosas.

Cambiar esas palabras por otras es posible. Este cometido lleva implícito que tengas que revisar como están tus creencias para que puedas conseguir ese cambio. No se trata de ver tus creencias religiosas, se trata de ver a qué pensamientos te has apegado y si te están haciendo bien o no.

  • Rehuye de las relaciones tóxicas.

¿Las reconoces? Son aquellas que mantienes con personas en las cuales sientes un sentimiento que se están forzando ciertos temas, sientes que no fluye la comunicación, incluso que se detectan dinámicas de poder en las que no ganan todxs. No hay acuerdos, no hay negociaciones y donde aparecen roles de autoridad y sumisión en las diferentes partes de la relación.

  • Reconoce a tu gente, a tu tribu.

Aquellos con los que vibras, con los que creces, con los que puedes contar con ellos. Que no te juzgan, que no te critican por la espalda, que van de cara, que son claros y donde la máxima es tratar a cada momento lo que hay. Allá donde hay juego, humor, confrontación amorosa, independencia de pensamiento y búsqueda de espacio propio en caso de necesitarlo. Siempre que hablo en términos de tribu me viene a la cabeza esta canción donde puedes ver el recorrido del elefante hasta que encuentra a sus iguales.

  • Iníciate en el ejercicio.

Para cualquier edad es importante la práctica de ejercicio y que la tengas presente en tu planificación semanal como ítem importante y que no puede faltar en tu agenda.

No hace falta invertir dinero en ropa, calzado, en un gimnasió si lo que quieres es conectar contigo y con la práctica.

Siempre recomiendo que caminar es un excelente deporte suave que activa todos tus músculos y que además despeja la mente.

No te apegues, por favor, a la pérdida de kilos o al postureo en redes sociales, enámorate, una vez más del proceso como te decía al comienzo de este artículo. Siente que cada día que te propones a hacerlo es un regalo para tu cuerpo, para tu piel, para tus extremidades.

  • Opta si es necesario, por probar la naturopatía.

No como alternativa a la medicación si estás siendo tratada, sino para momentos puntuales que quieras sentirte mejor probando la eficacia de las plantas. Acude a profesionales de la materia por favor.

  • Conecta con el disfrute de la vida.

Haré un artículo dedicado al 100% a este gran tema.

 

Iré actualizando esta página para engrosarla y que veas más situaciones que puede trabajar para vivir una vida más sana y plena.

¿Te gustaría saber cómo llevar a cabo alguno de estos cambios? Te puedo ayudar en ello 🙂

!Conseguir ser tú, recuperándote de tus heridas emocionales, tomando el control de tu vida y construir ese estilo de vida que va contigo de ahora en adelante!

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